domingo, 8 de agosto de 2010

MITO DE LOS ANDRÓGINOS: UNA MIRADA GESTÁLTICA

Trabajo realizado junto a la Lic. Mariela Martinez


“Cuando sobre la tierra,
todos reconocen la belleza como belleza,
así queda constituida la fealdad.
Cuando sobre la tierra,
Todos reconocen la bondad como bondad,
Así queda constituida la maldad.
Porque “ser y no ser” crecen juntos.
Lo fácil y lo difícil se complementan el uno con el otro.
Lo largo y lo corto se desarrollan juntos.
Alto y bajo van unidos.
Voz y tono se hayan unidos.
El antes y el después no están separados”…
Lao Tse


Mito de los Andróginos

Según ciertas tradiciones, antes de la aparición del hombre sobre el planeta, éste estuvo poblado por una raza de seres llamados andróginos. Este nombre significa ambos sexos y se forma del griego andros: hombre y gune: mujer.
En el principio eran tres los sexos que estaban compuestos de la siguiente manera: hombre, mujer y este tercer grupo que era una mujer con un varón unidos: los Andróginos, un nombre apropiado a su doble naturaleza.
“…En aquel entonces, no eran dos los sexos, sino que originariamente su número era de tres: el hombre, la mujer, y un tercero que consistía en la unión de ambos; y esta criatura de existencia real poseía un nombre para designar a su doble naturaleza… Andrógino. La primitiva forma humana era esférica, y la espalda y sus costados formaban un circulo; poseía cuatro manos, cuatro pies, y una cabeza con doble rostro que le permitía mirar en direcciones opuestas, la cual, a su vez, se implantaba sobre un cuello circular. Así mismo poseía cuatro orejas, dos órganos sexuales y el resto de sus miembros distribuidos de modo semejante. Su marcha era erecta como la de los hombres actuales, y podía desplazarse en cualquier dirección, ya sea hacia atrás o hacia delante o como quisiera, y cuando deseaba rodar o correr velozmente, se apoyaba sobre sus ocho miembros verticalmente tal como lo hacen los acróbatas, y así conseguía desplazarse a gran velocidad.
Y entonces eran tres los sexos y su condición, pues el sol, la luna y la tierra eran también tres.

Temible y devastador eran su poder y fuerza, como arrogantes sus pensamientos, pues conspiraron contra los dioses; intentaron escalar el cielo para librar combate contra ellos. Y en el celestial consejo convocado para deliberar sobre el castigo que debían aplicar a esta osadía, prevaleció la duda… Tras una meditada reflexión, Zeus acierta con el castigo que debe serle aplicado, y dice “creo haber hallado el medio para humillar su orgullo, mejorar su arrogante naturaleza, y a la vez permitir que los hombres continúen existiendo; y este consiste en cortar a estas criaturas en dos mitades para disminuir así su fuerza e incrementarlos en número, lo cual representa para nosotros una notable ventaja. Andarán con marcha erecta sobre dos piernas, y si ellos persisten en su insolencia y no desean permanecer tranquilos los cortaré nuevamente en dos mitades, de modo que caminaran sosteniéndose sobre una sola pierna”. Dicho esto, cortó al hombre en dos mitades. Y a medida que cortaba uno tras otro, ordenaba a Apolo que volviera su rostro la mitad de su cuello en dirección del corte, para que el hombre, contemplando la división de sí mismo, aprendiera la lección de humildad que le impartían los dioses…

Así, luego de haber procedido a la división en dos partes, cada una añoraba su otra mitad, y entonces vinieron a reunirse con ellos, y estrechándose con sus brazos y manos, se entrelazaron en un mutuo abrazo. Y deseosos de confundirse en una sola naturaleza, morían de hambre y de inanición pues no deseaban hacer nada separados unos de otros. Y cuando moría una de las mitades y la otra sobrevivía, la que quedaba buscaba un compañero y se unía a este, y que ahora precisamente llamamos mujer y hombre respectivamente, hasta que la mitad mujer y la mitad hombre volvían a unirse. Y así morían y se destruían hasta que Zeus, apiadándose de estas criaturas, inventa otro recurso y vuelve sus órganos genitales hacia el frente, pues no siempre habían estado en esta última posición, sino que teniéndolos por fuera, hasta ese entonces no podían engendrar y parir los unos con los otros. Y luego de esta transposición, el macho fecundó en la hembra de tal modo, que el abrazo mutuo de hombre y mujer diera lugar a la generación mutua y así la raza humana continuará existiendo.
Y tan antiguo es el deseo mutuo, el cual nos fuera implantado para restaurar nuestro antiguo estado haciendo de dos uno, y curar así a la naturaleza humana. Y desde entonces, cada uno de nosotros, al sufrir la separación de nuestra mitad, hemos buscado afanosamente la mitad faltante…

El intenso anhelo que cada uno experimenta hacia el otro, no aparece como implicado estrictamente con el comercio sexual, sino con algo situado más allá y que cada uno, en su alma, desea intensamente pero que no acierta a expresarlo, y de lo cual, solo posee un oscuro y confuso presentimiento… Y la razón de ello reside en que la naturaleza humana era originariamente una y por lo tanto el hombre era un ser completo e íntegro, y el deseo que persigue aquella integridad es llamado precisamente “amor”…”

De este mito surgen dos lecturas, una de ellas es la de “la media naranja”, donde cada uno tiene su otra mitad en algún lugar del mundo y que sólo al reencontrarse con ella, el Ser podrá completarse a través del amor. Esta visión tan popular del amor, puede conducir a confusión, creyendo que sólo con otra persona podemos estar completos. Al enamorarnos nos ponemos en contacto con el ser amado (que representa el ambiente), con esa persona que tiene en sí características que permanecen ocultas en nuestra sombra. De ésta manera tenemos la oportunidad para iluminarlas, conocerlas y así poder redefinirlas, integrándolas y ampliando nuestro autoconcepto. Al creer que nos completamos con la persona de la cual estamos enamorados, perdemos nuestro propio ser y dejamos de ver al otro como un ser distinto a nosotros. Esta creencia nos conduce a polarizarnos y, en consecuencia, a enfermarnos.

La otra lectura que podemos realizar, y que en este trabajo vamos a desarrollar, hace referencia a la completud del Ser, la integridad de todos sus aspectos, recuperando al andrógino interior.
Perls señala que al estar perturbado nuestro metabolismo tenemos la tendencia a hacer algo para recobrar el fundamento de nuestro ser. No hay tal cosa como una integración total. La integración nunca se completa, la maduración nunca termina, es un proceso en transcurso para siempre jamás. Siempre hay algo para ser integrado, algo que aprender, siempre cabe la posibilidad de una maduración más plena, de tomar la responsabilidad sobre uno mismo y sobre la propia vida. En base a esto, podemos hacer un paralelismo con los andróginos, que para volver a ser los seres que eran en un principio van buscando la parte que les falta para sentirse completos. Y nosotros en parte, hacemos de la misma manera en nuestro proceso de maduración, tratando de integrar cada vez más aspectos de nuestra personalidad a medida que los vamos descubriendo.

Al igual que los andróginos, nosotros también buscamos. Nuestra búsqueda no se dirige hacia fuera, hacia otro ser distinto, sino que es la búsqueda en nuestro interior, en nuestra sombra, que contiene aspectos enajenados, desconocidos, ocultos y que al no ser reconocidos como propios los proyectamos en los demás.
De acuerdo con Zinker, la persona saludable constituye un círculo completo, que posee miles de polaridades integradas y entrelazadas, que se fusionan todas entre sí. La persona saludable conoce la mayoría de las polaridades que contiene, incluso aquellos sentimientos y pensamientos que la sociedad reprueba, y es capaz de aceptarse tal cual es. Aun así puede haber puntos obscuros en su conciencia. El aceptar sus polaridades amplia su autoconcepto.

Retomando el mito de los andróginos, estos seres fueron polarizados, divididos. Cada una de nosotras, en nuestras neurosis también somos divididas y repetimos su historia.
Las polaridades son dos aspectos de una misma realidad que nosotros hemos de contemplar sucesivamente. Por lo tanto, cual de las dos caras de la moneda veamos en cada momento dependerá del ángulo en el que nos situemos. Solo al observador superficial se aparecen las polaridades como contrarios que se excluyen mutuamente; si miramos con mas atención veremos que las polaridades, juntas, forman una unidad ya que, para poder existir dependen una de otra.
El conflicto puede ser saludable y creativo, cuando dos personas integradas tienen cierto autoconocimiento y una clara sensación de ser distintos. Tiene por efecto crear buenos sentimientos entre las personas y nos proporciona la posibilidad de diferenciarnos en relación con los límites propios de los demás. Lo saludable del conflicto radica e su potencial de aprendizaje, ya que a través de la fricción adquirimos nuevos recursos que nos enriquecen posibilitándonos ser creativos.
La persona que se permite ser un aspecto de la polaridad, será genuinamente su contrario. Esto produce el estiramiento del autoconcepto, que permite crear mas espacio en la imagen que uno tiene de sí mismo. Cuanto más ampliamente se conoce a sí mismo más confortable se siente.

Yin - Yang

Para la formulación del enfoque gestáltico Perls partió de diversas filosofías orientales desde donde surgen algunos conceptos fundamentales:
Del Tao de la física se puede mencionar que han percibido todos los objetos y todos los fenómenos del mundo como aspectos diferentes, pero estrechamente interdependientes de una misma realidad dinámica última, “eternamente en movimiento, viva, orgánica, a la vez, espiritual y material”. Este precepto determinó la visión holística de la Gestalt, donde lo que interesa al terapeuta no es nunca un signo aislado, un gesto o una palabra, un comportamiento complejo, sino más bien la interconexión permanente del individuo global con su medio general, social y cósmico. Por lo tanto el universo es cambiante y cualquier cosa está conectada con el resto, sus propiedades son determinadas por las propiedades de todas las otras.
Por otra parte, del Zen podemos reconocer las siguientes enseñanzas: que no hay nada que esperar, lo que llega, llega. No hay leyes, reglas ni fines en la naturaleza, ni en el pensamiento. Lo que se ve ejemplificado en la frase “no empujes al río, él corre solo”.
Otra enseñanza es la aceptación de la realidad, que es esencialmente inconstante, cultivándose así el no pensamiento para favorecer una conciencia más clara de las emociones experienciadas por el cuerpo. Esto en la Gestalt no implica anular el pensamiento.
El Zen hace hincapié en el contacto ya que un hombre no conoce el calor ni el frío sino a través de éste. Todo se explica por la experiencia vívida.
El enfoque Zen de la realidad consiste en penetrar directamente en el corazón del objeto mismo, aprenderlo del interior tal como es en él mismo: “conocer la flor es convertirse en flor, florecer con ella y, como ella, gozar del sol y de la lluvia. Cuando la flor nos habla, nos da su vida entera, tal como es, vibrante en lo más profundo de ella misma”.
El origen del taoísmo se pierde en los inicios de la civilización china y tiene que ver con su dependencia de la naturaleza. El Tao es la fuente de toda existencia, es la unidad nunca visible y desde donde todo fluye. Los aspectos opuestos del yin y yang, al complementarse, producen la unidad del Tao. Entre los aportes del Taoísmo encontramos que todo es natural, los contrarios emergen automáticamente uno del otro: desde que se nombra una cosa, cualquiera que sea, su opuesto aparece inmediatamente. Hay esencialmente dos grandes principios fundamentales e inseparables, se trata de dos opuestos complementarios:

 El yin: femenino; que simboliza a la belleza, la dulzura, la quietud, etc. Generalmente representado por un cuadro, expresando la estabilidad.
o El yang: masculino; simbolizando la verdad fuerte y penetrante, el cielo, el sol, etc. Generalmente representado por un círculo expresando el movimiento.

Otros aportes realizados hacen referencia a la expresión libre y espontánea, (en el sentido de “lo que aparece”); el trabajo de integración de las polaridades; la concentración en el Aquí y el Ahora; la teoría paradójica del cambio que implica primero, la aceptación de lo que se es”; el principio de Continuum de conciencia.
Toda manifestación en el universo está acompañada del principio de polaridad. Toda energía y forma material incluye siempre la presencia de polaridades de carácter positivo y de carácter negativo.
El yin y el yang son dos peces que casi se encuentran y se funden entre sí en un movimiento profundo, completando el círculo de energías. No son elementos antagónicos, son complementarios. Se potencian.
Características de los Polos

Para clarificar las características de cada polo, presentaremos una tabulación de las mismas con sus cualidades y propiedades, partiendo del Yin y el hemisferio derecho por un lado, y del yang y el hemisferio izquierdo por el otro.

YIN                                                                                     YANG
Hemisferio Derecho                                                             Hemisferio Izquierdo
Lado Izquierdo                                                                    Lado Derecho
Oscuridad                                                                            Luminosidad
Femenino                                                                             Masculino
Vacío                                                                                   Lleno
Luna                                                                                     Sol
Montañas y valles                                                                 Ríos y lagos
Cero                                                                                    Uno
Nada                                                                                   Todo
Curvo                                                                                  Angular
Negativo                                                                              Positivo
Receptivo / Pasivo                                                               Activo
Negro                                                                                  Blanco
Infinitesimal                                                                          Infinito
Tierra                                                                                   Cielo
Bajo                                                                                    Alto
Blando                                                                                 Duro
Subjetivo                                                                             Objetivo
Inconsciente                                                                         Consciente
Espiritual                                                                              Material
Electrón                                                                               Protón
Agua                                                                                    Viento
Casa                                                                                    Familia
Madre                                                                                  Padre
Norte                                                                                   Sur
Emocional                                                                            Mental
Analógico                                                                            Lógico/Digital
Adentro                                                                               Afuera
Mundo Interno                                                                    Mundo Externo
Holístico/totalidad                                                               Partes/detalles
Sintético                                                                             Analítico
Intuición                                                                              Razón
Vivencias                                                                            Pensamiento
Conservación                                                                      Cambio
                                                                                           Creativo
Dócil                                                                                   Agresivo
Da el sentido a la acción                                                      Produce la acción

Para poder relacionar correctamente estas características con cada persona, es necesario tener en cuenta que, así planteadas corresponden a personas diestras, ya que en personas que utilicen mayormente el lado izquierdo (zurdos), la tabla debe ser invertida pasando el lado izquierdo a corresponder a las características del polo masculino.
Diestros: Lado izquierdo  Femenino Lado Derecho  Masculino
Zurdos: Lado izquierdo  Masculino Lado Derecho  Femenino

Lo Femenino y lo Masculino

Los complementarios juntos conforman un todo, construyendo algo que por separado sería imposible. El hombre y la mujer, moviéndose de manera positiva, son un todo, esta es una gran oportunidad para comprender y asimilar al opuesto, pero no sirve de nada si ese cambio no se produce en uno mismo. Una relación es creada y recrea a las personas recíprocamente.
Tanto el hombre como la mujer, para estar completos, para ser un todo, deben poseer todas las cualidades juntas. Ambos deben ser tan suaves como el pétalo de una rosa y tan duros como una espada a la vez. Esta flexibilidad al estar al servicio de la situación enriquece la vida.
El ser humano total es aquel que integra en sí, ambos aspectos.
Dentro de las características femeninas y masculinas podemos ver estos aspectos de modo positivo o negativo.
La masculinidad puede ser agresiva, destructiva, violenta… Al ser positiva es iniciativa, creatividad, aventura. La misma energía que puede ser destrucción, puede ser iniciativa, lo que puede destruir, puede a su vez crear algo nuevo, superior.
Lo mismo sucede al aspecto femenino cuando es negativo puede ser inactiva, aletargada, indiferente… pero esa inactividad también puede ser receptividad; es pequeña la diferencia entre ambas, pero la primera es aburrimiento, desesperanza, y la segunda es una bienvenida, es la posibilidad de recibir.
Son las mismas energías moviéndose en planos diferentes, son las mismas características direccionadas de manera opuesta.

Todo hombre tiene una parte femenina en su ser, y toda mujer tiene una parte masculina en si. La unicidad sucede cuando son asimilados todos los opuestos y contradicciones, poseyendo ambos aspectos de manera integrada.
La pareja es una oportunidad de crecer, pero esa posibilidad es ínfima ante la realización de la propia integración. Al formar una pareja, debido a la intimidad que se produce, podemos explorar con mayor profundidad esos aspectos que nos faltan. La relación se convierte en un espejo en el que podemos ver en el otro nuestro propio lado desconocido.
Pero también en la pareja se desencadenan los mecanismos defensivos de base con mayor facilidad debido a que es mucho lo que se pone en juego.
El amor es un río que fluye sin fin, nunca es una relación, algo cerrado. Es una unión. En la relación se da por hecho al otro, ambos creen conocer al otro y ninguno se conoce. Hay un aspecto que es peor a este, si la felicidad depende de otro, la persona ya no será libre, está en cautiverio. Será feliz solo cuando pueda vivir solo consigo mismo, que no exista la necesidad intrínseca de mantener una relación. Esto no implica no relacionarse, mas bien es hacerlo sin depender de nadie y que nadie dependa de uno. Esto es justamente vivir en libertad.
Al encontrarse dos personas, son dos mundos complejos los que se encuentran. Al principio lo harán solo las periferias y luego lo harán los centros. Aquí se llama amor. Se produce en personas maduras, no como una necesidad sino como un desbordamiento. Es la posibilidad de dar sin condiciones. El amor brinda individualidad a los demás sin perder la propia.
El amor es una consecuencia de ser, esto es madurez. Al ser, el amor está; y sino, la persona comienza a pedírselo a otro, convirtiéndose en un mendigo. El problema básico del amor radica en ser maduro primero. La persona madura posee la integridad de estar sola y cuando entrega su amor, lo da sin intenciones ocultas.
Como decíamos, cada hombre tiene lo femenino y cada mujer lo masculino, si en el interior de la persona persiste el conflicto entre sus lados femenino y masculino, siempre habrá una cierta lucha, que puede manifestarse en un interés extremo por el sexo puesto, idealizándolo, permaneciendo fascinado. Y si estos aspectos pueden encontrarse en una unión profunda, la persona estará integrada.

Recapitulando
Los Andróginos eran seres con cuatro ojos, cuatro brazos, cuatro piernas. Esto nos hace pensar en la amplitud de posibilidades y recursos que poseían, ya que integraban los múltiples aspectos de las polaridades reconociéndola como un todo y como opuestos que se excluyen.

Al poder ver con los ojos femeninos y con los masculinos, podían mirar de forma global y a su vez podían ver las partes, al ver algo, muchas veces hacemos un recorte de la realidad en el que formamos la polaridad. Los andróginos tenían un campo visual de 360º con lo cual tenían la posibilidad de ver una situación desde varias perspectivas. Ver de forma femenina implica ver un hecho de forma subjetiva, emocional, teniendo en cuenta el mundo interno, viendo la situación en su totalidad, de forma holística y prestando mayor atención a la intuición. Por su parte ver de forma masculina es hacerlo de forma objetiva, mental, dando más relevancia al mundo externo y viendo las partes del todo, siendo más racional.
Al tener cuatro brazos y manos podían hacer de forma delicada, suave, como el pétalo de una rosa y podían también utilizar la fuerza y la rigidez de la espada… Esto nos hace referencia a su destreza, su rigidez y su flexibilidad, además dándole sentido a la acción a la vez que la producía.
Si recordamos el mito, el hecho de poder desplazarse hacia cualquier dirección y con igual facilidad, hacia atrás y adelante, implica poder evocar y proyectar sin quedar fijado ni en el pasado ni en el futuro, sino como una amplia gama de experiencias posibles de recuperar.
Jesús dijo: “cuando vuestros dos ojos sean uno, habrá luz”.
Estos seres superiores eran potenciales dioses. Eran seres completos… el camino hacia la recuperación de ese estado inicial es la integración, la posibilidad de tener nuevamente cuatro ojos, cuatro brazos, dos cabezas, dos corazones… El neurótico no es otra cosa que un ser que ha sido fragmentado, alguien que quizás no puede ver, tal vez no puede hacer, o no sabe sentir, no puede accionar, o no logra salir….
La esperanza es poder recuperar esas cualidades y ser en cada momento de la vida, un ser integrado que puede responder de forma madura, responsable y creativa, siempre de acuerdo al ambiente, siempre atendiendo la situación.


Bibliografía utilizada:


 Alvarez, J. M. Feng Shui: la armonia del vivir.
 Clases teorico – vivenciales de Gestalten.
 Dethlefsen, T., Dahlke, R. La enfermedad como camino.
 Fagan y Shephred. Teoría y Técnica de la Terapia Gestáltica.
 Fritz Perls. Sueños y Existencia.
 Ginger y Ginger. La Gestal: una terapia de contacto.
 Karen Horney. Neurosis y Madurez.
 Lao Tse. Tao Te King.
 Osho. Hombre y Mujer. La danza de las energías.
 Platón. El Banquete; Capítulo 5, Traducción de Sergio Albano, Colección Convergencias Psicoanalíticas. Año 2004.
 Zinker, J. El proceso creativo en la terapia gestáltica.

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